Según la Real Academia de la Lengua, una pella es una masa que se une y aprieta, regularmente en forma redonda. Procede del latín pilŭla diminutivo de pila, pelota, de donde también procede la palabra inglesa pellet.
Como ya sabemos, los pellets son pequeños cilindros hechos mediante prensado a alta temperatura. La materia prima es madera natural procedente de subproducto (serrines, astillas, virutas y leñas descortezadas, podas, el sarmiento proveniente de la vid y hasta el purín deshidratado de los animales) de la industria de la 1ª transformación de la madera, y a veces se pueden emplear directamente residuos de monte previamente descortezados. Luego se tritura y seca de manera forzada mediante un proceso a baja temperatura, para respetar al máximo la naturaleza de la madera. Para finalizar, se prensa confiriéndoles la forma cilíndrica característica.
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Tienen un diámetro de 6 mm y un largo variable (en torno a 3 cm). Para el prensado no se utilizan aditivos y la propia lignina de la madera hace de aglomerante. No se necesita ni pegamento, ni ninguna otra sustancia más que la misma madera. Este proceso les da una apariencia brillante como si estuviesen barnizados y los hace más densos que la madera original. El resultado final es material muy denso y con un contenido en humedad muy bajo.
Cuanto menos humedad tenga un gránulo de pellet al final de su proceso de fabricación, más energía poseerá en su interior; pero desgraciadamente se necesita un determinado porcentaje de agua para el proceso del peletizado. Con lo cual hay que fabricarlo con el menor grado de humedad posible, para crear un pellet de calidad.
El contenido en agua de un pellet enfriado y seco, debe de ser inferior al 10% poseyendo una densidad óptima; pero no debemos olvidar que todo esto hay que realizarlo al menor coste y máxima eficiencia posible.
Cuanto más fuerte y denso sea el pellet producido, menor es el daño que sufrirá durante el transporte y más calorías desprenderá durante la combustión. El pellet debe tener una superficie suave y sin roturas para lo cual la humedad ha de ser reducida hasta un nivel óptimo y mejorar el proceso de compresión. Una vez que el pellet se haya enfriado debe mantener su superficie brillante y suave.
La cuestión importante es que el pellet sea compacto, con una densidad aceptable. La largura del pellet no es un detalle importante hasta cierto punto, pero un pellet demasiado largo puede causar daños en la estufa. Una comprobación muy sencilla para ver si el pellet tiene una densidad adecuada, es tirar un pellet dentro de un vaso de agua y si se hunde, la densidad y compresión es buena y si flota, es que la compresión es baja lo que conlleva un menor poder calorífico, traduciéndose en un pellet de menor calidad.
En la actualidad el pellets se utilizar, con un rendimiento óptimo, en calderas de pellets y estufas de pellets.