En un momento en que el cambio climático es indiscutible mudarse a una casa sostenible supone un compromiso con el medio ambiente y con nuestra propia salud. Las viviendas sostenibles tienen una serie de ventajas que merece tener en cuenta, como el ahorro energético -que se traduce en un considerable ahorro en las facturas de suministros eléctricos y en una menor producción de gases de efecto invernadero-, a lo que se suma una mejor salud de quienes habitan la vivienda, por utilizar recursos naturales en su vida cotidiana.
Ventajas económicas y ecológicas
La reducción de la factura energética es una de las grandes ventajas de las casas sostenibles. El simple hecho de aprovechar la energía solar térmica supone no utilizar energía eléctrica de la red. La energía solar térmica se utiliza para calentar el agua sanitaria de la misma forma que lo hace una caldera, pero con cero emisiones de dióxido. Te puedes olvidar para siempre de la bombona de butano y el termo eléctrico, con un ahorro que se nota a fin de mes.
Otra forma de crear un ambiente confortable y hacer la vivienda sostenible es la utilización de una fuente de energía natural como la biomasa. Las calderas de pellets generan un agradable calor con el que ocupar toda la casa y solo necesitan materiales naturales procedentes de los excedentes de la agricultura. Por ejemplo, las estufas de pellets pueden producir calor con la biomasa procedente de los huesos de las aceitunas, una fuente de energía económica y ecológica.
En los últimos años una nueva forma de utilizar el calor solar se ha impuesto en las casas sostenibles. La aerotermia viene a sustituir a cualquier otra fuente de calor y tan solo necesita aire para calentar una vivienda. Esta tecnología permite aprovechar el poder calorífico del aire y utilizarlo como una caldera, logrando reducir la factura energética en un 70% y evitando la contaminación que se produce por la utilización de combustibles fósiles.
Comienza el cambio
Mientras los gobiernos de los diferentes países del mundo se ponen de acuerdo en cómo frenar el cambio climático, desde los ciudadanos podemos dar pequeños pasos con grandes repercusiones. Estudios oficiales vienen a poner de manifiesto que el 19% de los gases de efecto invernadero proceden de actividades que hacemos en el hogar. Utilizar energía solar térmica, calderas de pellets o aerotermia contribuye a tener una casa sostenible con ahorro para el medio ambiente y nuestro bolsillo.