En este momento de incertidumbre económica cada inversión para tu empresa es mirada con lupa. Plantearse invertir en energía solar ahora te puede parecer una locura, pero los números y la responsabilidad social dicen una cosa totalmente distinta. Partamos de que es el momento de reconciliarnos con el planeta y dar la vuelta a años de desprecio y maltrato hacia sus recursos. La energía fotovoltaica se nos revela como un paso importante en esa línea, al tiempo que puede convertirse en una gran aliada para reducir costes en nuestro negocio, ya que ahora mas que nunca su viabilidad económica está garantizada. Además de ello, hay que pensar de manera responsable y plantearnos otras razones de índole social y medioambiental para dar el paso y sumergirnos en el futuro apostando por la energía limpia y sostenible derivada del sol.
Por si fuera poco, la Organización Mundial de la Salud apunta a una relación directa entre Cambio Climático y pesadillas sanitarias como la creciente expansión de enfermedades transmitidas por vectores como la malaria o el dengue, y puede que acabe esgrimiendo argumentos para vincular al COVID con nuestros estropicios medioambientales. Es el momento de reflexionar y volvernos responsables. El número de empresas que muestran un compromiso con el medio ambiente y la salud pública aumenta por momentos, de manera que ya no se trata de una decisión moral o de responsabilidad social sino que ha pasado a ser una cuestión económica, ya que comienza a ser rentable dar el salto a las renovables.
En 2020 la Unión Europea ha situado la transición energética y la lucha contra el Cambio Climático en el centro de su política comunitaria. Sus gobiernos han iniciado un plan de medidas sin precedentes con una tendencia clara: acabar con la carbonización del continente en 30 años. Los combustibles fósiles van a ir desapareciendo de nuestras vidas, dando paso a alternativas limpias que van a ser bonificadas para que su rentabilidad sea cada vez mayor, lo cual va a traer importantes ahorros a las empresas que apuestan por ellas. Dentro de estas apuesta se haya el auto consumo colectivo,, las bonificaciones fiscales en impuestos como el IBI para inmuebles con sistemas de placas solares, el sistema de compensación de excedentes, un nuevo código técnico de la edificación, un renovado sistema de subastas de renovables, la simplificación de trámites para instalarlas… y muy importante: subvenciones y ayudas para que las empresas caminen hacia la energía verde.
Los últimos cambios pueden inclinar definitivamente la balanza hacia la energía solar en España. Europa ha fijado una cuota mínima de energías renovables del 32% para 2030 lo que ha acelerado la apuesta por el aprovechamiento de energías como la solar fotovoltaica. Es clave que haya desaparecido el llamado “impuesto al sol”, ya que hasta 2026 los Estados no podrán gravar el auto consumo eléctrico en modo alguno y a partir de ese momento solo será aplicable en ciertas condiciones muy concretas. La energía solar está comenzando a entrar en su deseada edad dorada que hace que cada vez sean mas las empresas que se inclinen por la instalación de sistemas de aprovechamiento fotovoltáico para conseguir del sol la energía que necesitan en su día a día.