La energía solar fotovoltaica aprovecha la radiación que produce el Sol y que llega a la Tierra en forma de forma de ondas para producir energía eléctrica. Para conseguirlo se utilizan placas solares fotovoltaicas, en las que determinados elementos conductores captan la energía solar y la transforman en energía eléctrica.
Tecnología espacial
La energía solar fotovoltaica se puede considerar como una energía especial por dos razones.
En primer lugar el origen se encuentra fuera de nuestro planeta. De hecho, la radiación solar que estás recibiendo en estos momentos partió de la superficie solar hace 8 minutos. Las ondas que se producen en el Sol y que se utilizan para producir energía eléctrica en la Tierra viajan a través del espacio a una velocidad de 300 millones de metros por segundo.
Pero además, la energía solar fotovoltaica está ligada al espacio porque fueron los satélites y naves espaciales las primeras en utilizarlas tras su aparición en los años 50. El hecho decisivo de apostar por la energía solar fotovoltaica se justifica en la autonomía que proporciona a las estaciones espaciales y satélites. A los que les permite funcionar durante décadas sin necesidad de repostar combustible.
¿Cómo funciona la energía solar fotovoltaica?
Los equipos de energía solar fotovoltaica consiguen que los rayos de sol se puedan aprovechar para encender una bombilla o poner en funcionamiento los electrodomésticos de nuestro hogar, entre otras funciones. Pero ¿cómo se hace?
El elemento básico para convertir la energía solar en electricidad es la placa fotovoltaica. Dentro de estas placas se instalan una serie de elementos conocidos como células fotovoltaicas, que se protegen del exterior con un cristal. El material con que se fabrica las células suele ser silicio. Los electrones del silicio se excitan cuando inciden en ellos la luz solar, de forma que se genera una mínima diferencia de potencial. La utilización de materiales de unión y la concatenación de células y placas fotovoltaicas da como resultado un potencial suficiente como para aprovechar la energía eléctrica en los electrodomésticos cotidianos.
Una de las ventajas que tiene la energía solar fotovoltaica es que no necesita que los rayos de sol incidan directamente sobre la placa. Si el día está nublado también se puede producir electricidad, aunque en menor medida. Para optimizar la producción energética los técnicos de instalación de placas solares le dan una orientación adecuada a los equipos y una inclinación concreta. A esto se suma elementos acumuladores de energía, como baterías, que permiten aprovechar la luz solar durante el día y realizar el consumo a lo largo de toda la jornada.