Una buena climatización engloba más conceptos que simplemente la temperatura de una estancia. En general, tendemos a pensar que la climatización perfecta es aquella que mantiene una temperatura concreta en una habitación, que generalmente oscila entre 21°C y 24°C según la época del año. Sin embargo, la climatización es más que una buena temperatura.
Una climatización perfecta debe combinar y equilibrar adecuadamente los siguientes factores: calefacción, refrigeración, humedad y ventilación. En este punto juegan un papel fundamental el diseño de la instalación junto con la elección adecuada de los distintos sistemas de calefacción y refrigeración.
Calefacción. Existe una gran diversidad de sistemas de calefacción que podemos utilizar para el calentamiento de una estancia, vivienda o negocio. Desde radiadores, fan-coil, aire acondicionado frío/calor, chimeneas, suelo radiante, aerotermia, geotermia… Elegir el más adecuado va a depender de diversos factores como el tamaño, distribución y tipo de vivienda. En este sentido contar con el asesoramiento técnico de un profesional nos puede ser de gran ayuda.
Refrigeración. La refrigeración se consigue mediante sistemas de aire acondicionado que pueden ser independientes (splits de aire acondicionado) o centrales. Un buen diseño del sistema de aire acondicionado: número de bombas, potencia de las bombas, localización, distribución de las salidas, aislamiento del sistema, etc., es fundamental para disfrutar de una buena climatización.
La humedad. Se consideran unos valores adecuados de climatización cuando nos situamos entre el 40 y 60% de humedad. Una humedad demasiado baja hará que se resequen las mucosas de vías respiratorias y nuestros ojos, creando sensación de malestar. Por otro lado, el exceso de humedad hace que aumente la sensación térmica por lo que puede provocar ambientes cargados, tanto en verano como en invierno. Muchos sistemas de calefacción y refrigeración ya incluyen función de humidificación del aire. Si no es así, también podemos utilizar sistemas de humidificación independientes. Lo mismo para la deshumificación.
Ventilación. El movimiento del aire y su renovación es un punto básico para evitar los ambientes cargados. La ventilación de una estancia puede realizarse de forma natural abriendo puertas y ventanas, pero también la pueden realizar de forma muy eficiente los equipos de climatización. Dentro del punto de ventilación debemos incluir la importancia de los filtros de aire. Los filtros deben mantenerse adecuadamente para que el aire de la habitación esté en condiciones de higiene y calidad óptimas.
Un sistema de climatización perfecto será aquel que combine eficientemente todos estos puntos de forma que consigamos el máximo confort en una determinada estancia o vivienda. Para conseguirlo, es fundamental un cuidado diseño de toda la instalación y la utilización de los sistemas y equipos adecuados según las características del espacio o estancia que queremos climatizar.