Ahorro energético de la aerotermia

La aerotermia es un sistema de producción energética renovable que aprovecha la energía térmica presente en el aire. Consiste en una bomba de calor aire-agua que resumidamente funciona de la siguiente manera. El sistema recoge el aire exterior y por medio de su compresión o descompresión esta se calienta o se enfría y transmite esa temperatura a un segundo circuito de agua. Este segundo circuito está conectado el sistema de calefacción y refrigeración de la vivienda y con el depósito de ACS.

El sistema funciona correctamente en viviendas unifamiliares y supone un gran ahorro energético debido a su alto rendimiento. Al ser la principal fuente de energía el aire exterior su rendimiento es en torno al 300%, ya que se recupera de manera gratuita gran parte de la energía que se utiliza, la contenida en el aire. Claro está que para que el sistema funcione es necesario aportar energía eléctrica y esa no es gratuita. Pero aun así en comparación el coste de producción de un kW es más barato que el de otras fuentes de energía como el gasóleo, el gas o la biomasa. El ahorro puede llegar hasta el 75% de la factura.

Si bien, es cierto, que el cambio de una instalación de una caldera convencional a este nuevo sistema supone cambiar toda la instalación, incluyendo los radiadores. Estos, en el caso de una caldera convencional, están hechos para trabajar a pleno rendimiento a una temperatura de 70ºC u 80ºC, mientras que la aerotermia genera temperaturas máximas de 45ºC.

Pero el ahorro energético de la aerotermia no es solo económico. También nos supone un ahorro en realizar un menor mantenimiento de la maquinaria de la instalación porque no se produce combustión y entonces no hay que realizar ninguna operación de limpieza. Estéticamente el sistema no precisa de chimenea, solamente de la unidad exterior. Tampoco, necesitamos estar pendientes de la compra del combustible, ni se corre el riesgo de un accidente doméstico por tener almacenado en la vivienda un combustible.

Por último, nos gustaría indicar que el coste de producción puede llegar a ser prácticamente nulo. Hemos dicho que para el funcionamiento del sistema únicamente necesitamos del consumo de electricidad. Por lo tanto, si esta es generada en la vivienda, por ejemplo, mediante unas placas fotovoltaicas de energía solar, entonces tendríamos un sistema de calefacción y refrigeración completamente procedente de energías renovables y sin coste en su producción.

Call Now Button